Te conocí en estado de sodastereo
1. Escribir es difícil. Vivir más. En lo primero, si no se encuentra sobre qué, se está en extravío. En lo segundo, si no se encuentra qué hacer es desesperante. De cualquier forma, las dos cosas es ambición pura, ambición de estar y de seguir, de continuar y preservar.
Escribir es poner el dedo en la daga. Escribir es lavarse las entrañas con filosísimas fibras. Vivir no es nada escribiendo, aún cuando lo que se respire en el cuarto de soledad de aquel que sueña y no encuentra refugio, sea eso mismo, pero a la inversa, una no vitalidad estulta que se alimenta de la paz y el corazón.
2. K (¿0 C?), conseguir una palabra tuya es insólito. La única vez fue cuando dijiste tengo novio, pequeño detalle.
Y yo supe tu nombre desde que tus miradas, hace ya bastante, hacían de mí temblores. El nombre que supe, aún temblando, era el de la transparencia de las noches de noviembre, el casi fin, el ya nos vamos, el se está extinguiendo la fiesta, diciembre llegó. Mi mes favorito.
Espero verte aún más bella, vístete de rojo, vamos a la posada. No le hace que tengas novio, lo ponemos pedo con un ponche con piquete.
deranged