jueves, enero 26, 2006

Donde quiera que esté scam

Acabo de tener una charla bastante larga con
José Luis (el de "El sótano de los subterráneos" sí, las letras no están resaltadas y no dan a ningún link, eso implica hacerle un favor a Borges), hemos hablado un poco de todo lo que nos gusta en común, que es poco. No, José, yo no quiero publicar ni dedicarme a ello, yo lo único que quiero, respecto de eso, es hacerme hablar y compartirlo con a ver quién Para eso nadie mejor que el scam (perdido)para escucharme, cuando de plano daba muestra valerosas de querer partir o dormir no lo hacía, sólo se acomodaba entre mi y quién abe si me seguía escuchando, jamás me decía si algo estaba mal en la sintaxis o en la ortografía, ni si ya había leído tal o cual cosa para que perfeccionara esos manoseos lingüísticos que yo creía iban a cambiar el curso del amor de unas cuantas, ni si valía la pena intentar escribir o si el estilo era lo que menos contaba. Sólo me dejaba acariciar su blanco pelaje y decirme que la única tristeza que existe real es la que un hombre no la sabe (una vez se estaba dejando morir a causa de que era su hija y no él la que se llevaba el plato mayor de los apapachos)las cosas inútiles sirven para algo bueno y él me lo demostraba: Se estaba tranquilo, al menos, al cervecero tono de mi voz y al fluir imperfecto de eso que yo llamaba poemas. Creo que el que sí le gustó fue el que le dediqué a él. El poema que le dije que iba para él y que todavía no se había escrito, esa noche que lloré por el desprecio de la mujer más ausente que jamás conocí.
José Luis, mientra que escribo esto ya se fue. Me dijo que suerte, que bebiera mucho, que se iba a la calle a conseguir unas monedas. Como puta, sólo que él lo coseguirá no tan decentemente.

Deranged

1 Comments:

At 8:28 a.m., Blogger y@xer said...

Thnx.

deranged

 

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