sábado, febrero 04, 2006

Ritual de crudas

Ayer la fiesta de Paulina, la novia de Claudio.
Hoy una ligera resaca. Cuando uno adjetiva sus resacas es capaz de elegir los rituales post-peda: en el caso personal, no hay mucho que decir, escojo música que me haga olvidar: las palabras, los susurros de borracho dichos en la oreja,muy cerquita, en la noche anterior, cuando el acohol hace todo lo suyo, todo eso que le dijimos a la que nos hizo la noche. Música, lo que sea no. Odio tener en la cabeza las canciones de la fiesta, las de moda, las chiclosas, las que a las mujeres, las más ingenuas, les gusta bailar de a sandwichito. Ya veo cuerpos nocturnos frotándose las ganas unos con otros, movimientos calientes, voluptuosos, carnales, apestosos a humedad y cachondez.
Música, una de dos, o música inteligente o música festiva para bajarme poco a poco. En el primer caso casi siempre escucho a Nils Petter Molvaer, el genio noruego parteaguas de la ola grande new jazz; Kruder Dormeister, o sueño stereo de Soda Stereo. en lo segundo me late que Manu Chao se desplace por el aire enfiestándolo; Def con dos y su desmadre también es buena idea.

Otro elemento básico del ritual es leer algo suave, poesía dulce o de plano dura, (así sean extremos). Lo hago con Paz respecto a lo primero; en lo segundo me late, me late Bukowski. No más. Antes lo hacía con Rimbaud, cuando mis primeras pedas. Ahora a Rimbaud lo frecuento con igual ditancia de tiempo que lo hago con mis ex novias.

Estoy escuchando ahora a Lou Reed... otro pedo.

deranged

1 Comments:

At 9:54 a.m., Blogger y@xer said...

Asi que hubo party?

mmmm, que bien

 

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